Cotizar no es solo “pasar un precio”… Es entender el valor de una cotización en diseño personalizado
- Jimena Femat
- 13 may
- 3 Min. de lectura
¿Cuál es el valor de una cotización en diseño personalizado?

Querida persona que alguna vez ha dicho:
“Oye, ¿me podrías hacer una cotizadita?”
…necesitamos hablar.
Porque no es una cotizadita. Es un mundo entero.
Cuando alguien me pide una cotización, no solo estoy abriendo un Excel. Estoy abriendo mi cabeza, mi tiempo y mi energía creativa. Estoy diseñando contigo un proyecto que quizá aún no existe, pero que ya estoy imaginando en mi mente: cómo lo vamos a lograr, qué materiales se sentirían mejor, qué herrajes resuelven mejor el uso, cómo fluirá la instalación, qué tono le vamos a dar… incluso qué playlist va a sonar el día que entreguemos. Cotizar es intencionar el proyecto, desde el deseo hasta la posible realidad.
¿Cuál es el verdadero valor de una cotización en diseño personalizado?
Varias veces me ha pasado, por ejemplo…
Que una persona o empresa se acerque para solicitarme una cotización formal. Desde el inicio, sus planos, especificaciones o documentos no vienen con nada resuelto de ingenierías ni cruces de instalaciones. Y me encanta que confíen en mí para eso, pero luego…
Les armamos su catálogo, pensamos en cada pieza, hacemos cálculos de materiales, estructurales, consultamos a proveedores (que también se ponen a chambear con nosotros), afinamos rendimientos…Hasta preparamos una serie de muestras físicas para autorización de su cliente.
¿Y luego? Nada. Ni “gracias”, ni “vamos a dejarlo para después”, ni “elegimos a otro proveedor”. Solo ghosting con PDF incluido.
Y eso, la neta, desgasta.
En PUR.PUR.A, cotizar es diseñar con intención y a la medida
Porque aquí cada proyecto es distinto. No usamos formatos genéricos ni cotizaciones en automático. Cada propuesta implica analizar materiales específicos, procesos técnicos únicos, proporciones, flujos y detalles que no se repiten. Cotizar no es llenar un machote. Cotizar es construir una solución a la medida.
Y lo hacemos con intención, con proyección y con cariño por el oficio. Porque deseamos que ese proyecto suceda.
No me molesta cotizar. Lo que me frustra es que no se valore.
Y no es que esperemos que cada propuesta se convierta en contrato…pero cuando ya van muchas veces que das y no vuelve nada, una empieza a preguntarse: ¿Cuánto tiempo, energía y experiencia estamos dispuestas a entregar sin garantía, solo porque se ha normalizado que el valor venga después del contrato?
Cada cotización es una microarquitectura mental. Un diseño en pausa. Una entrega no siempre visible, pero sí real.
Y si nadie lo nombra, se normaliza. Y si se normaliza, se convierte en abuso. Y si se convierte en abuso… se nos va el amor por lo que hacemos.
Cómo recuperar el valor de una cotización en diseño personalizado
Con límites, acuerdos, honestidad y con respeto por lo invisible. Y también con nosotras mismas aprendiendo a decir: “Esto ya no es solo una cotización. Es consultoría. Es trabajo.”
Y si el proyecto no se concreta, al menos que quede algo: Una respuesta. Un feedback honesto. "Elegimos otro proveedor porque estaba más alineado con lo que buscábamos." "Tu precio estaba por arriba de lo que el cliente podía pagar." "Tú no diste seguimiento." "El otro tenía mejor propuesta técnica."
Algo que nos deje con aprendizaje y buen sabor de boca. Porque incluso cuando no nos eligen, podemos crecer, ajustar, aprender.
Así, cada cotización entregada, aunque no se convierta en proyecto, sigue siendo un acto de valor mutuo.
¿Tú cómo lo vives?
¿Has entregado propuestas que sentiste como regalos a la nada?¿Alguna vez pediste una cotización sin imaginar todo lo que implica del otro lado?
Te leo. Porque esto no se trata de quejas. Se trata de reconocer el valor de una cotización en diseño personalizado como lo que es: una entrega completa, antes de que el proyecto siquiera exista.
Y aunque a veces duela, yo sigo creyendo que imaginar espacios sigue siendo uno de los actos más bellos de amor profesional.
Con diseño, dudas, límites y mucho amor por lo que hacemos,
Jimena
La que sigue creyendo en imaginar mundos desde cero.
Normalizamos en nuestra profesión practicas que en ninguna otra existen. Cual abogado te asesora sin cobrar un anticipo? Y ni hablar de la falta de respeto terrible que es gosthear al posible proveedor. Entiendo que te cotice sin compromiso, pero tomando en cuentaque ya le invertí tiempo en tu presupuesto, no me merezco por lo menos que me digas que no te gustó? Le harán los clientes esto a sus doctores cuando les mandan los resultados de sus análisis? No creo.